“Los equipos ubicados en pisos separados hablan menos que los equipos distribuidos”
Esta frase la escuché en la introducción a una charla sobre gestión de proyectos con equipos distribuidos a la que asistí la semana pasada y pertenece a un estudio de la Universidad de Arizona donde se entiende que un “equipo distribuido es un equipo de persona que usan tecnología para trabajar en el mismo proyecto desde diferentes lugares“.
En el mismo estudio se relaciona la distancia entre los equipos y la probabilidad de colaboración:
- Mismo pasillo: 10,3% de probabilidad de colaboración
- Mismo piso: 1,9 % de probabilidad de colaboración
- Diferentes pisos: 0,3% de probabilidad de colaboración
- Diferentes edificios: 0,4% de probabilidad de colaboración
La frase y los datos en cuestión me llamaron la atención, no tanto porque pensara que no es posible como por lo que supone verlo en números y de golpe entender ciertas situaciones que están pasando en mi vida profesional.
Lo veo claro, puedes estar semanas sin ver ni comunicarte con una persona que trabaja en lo mismo que tú pero en otro edificio y en cambio estás diariamente en contacto con otros por sms, skype, twitter, linkedin, messenger… Y si incluyo las reuniones presenciales poco productivas aún más claro.
Las ventajas de trabajar con tecnología y con equipos distribuidos son evidentes:
- Mayor acceso al talento, puedes trabajar con los mejores
- Mejor productividad, lo organizas mejor y aprovechas mejor el tiempo
- Comunicación síncrona y asíncrona
- La estructura es mínima
- Los costes son bajos
- Reduces desplazamiento
- Es más ecológico
Así como los retos:
- Idioma
- Método de trabajo
- Asignación de responsabilidades
- Necesidad de relación
- Cultura
- Balance vida personal y profesional
- Aislamiento
Después de asistir a esta charla se me ha hecho más evidente que nunca que gran parte del futuro de la gestión de proyectos pasará por gestionar con equipos distribuidos.
Yo he perdido el miedo a los equipos distribuidos, ¿y vosotros?
Hola a todos!
El trabajar en un equipo distribuido es un reto, como lo es trabajar de forma presencial. Todo tiene sus pros y cons. Por ejemplo, en segun que culturas empresariales, se pierde mucho tiempo en “caer bien”, y ser parte del equipo puede suponer tomarte mas cafes de los que te apetecen, lidiar con egos algo dificiles o hinchados o una situacion tensa previa a tu llegada. Llega un punto en que la parte social puede regir lo bien que te vaya en lo laboral. Esto no sucede de la misma manera en los equipos distribuidos, que se suelen basar mas en el cumplimiento de objetivos.
Cada vez hay mas empresas que ofrecen la modalidad del teletrabajo, las internacionales promueven la sinergia de sus profesionales sin importar donde esten, hay webinars y educación online de cualquier tema que ya nos entrena para este entorno … asi que aquí esta el futuro. (Menuda bruja lola, que avisa a toro pasado!)
No le tengamos miedo, que con las herramientas que hay y las que vendran, cada vez sentiremos menos barreras y menos soledades.
Cordiales saludos,
Araceli G
Hola Albert
Soy un gran defensor del potencial de los equipos distribuidos. Aún así tengo que decir que personalmente no estoy contento con la performance que consigo. Es una mezcla entre la falta de cultura en este tipo de colaboraciones como la tecnología en sí, que creo que aún no está a la altura. Falta camino que recorrer hasta llegar donde creo que llegaremos: Un equipo distribuido ha de poder ser igual de eficiente que uno geolocalizado.
Sí, es curioso: hay reuniones que nos hacen perder tiempo y otras que nos lo ahorran
El lenguaje no verbal da muchísima información que no cabe en emails o skypes.
Gracias Ana. Realmente es muy importante tener una reunión presencial al menos una vez. Desvirtualizar es una palabra que he incorporado últimamente a mi vocabulario.
Yo llevo tres años trabajando de manera distribuida con diferentes equipos. Si hay verdadera voluntad de comunicación y se aprovechan las herramientas disponibles, que ya son magníficas, este método de trabajo no es solo igual de eficiente… puede ser incluso más eficiente. ¡Ahorramos mucho tiempo perdido en desplazamientos que podemos dedicar a trabajar! El contacto cara a cara es imprescindible de vez en cuando, desde luego, pero no todos los días.
Yo en este caso diría que el problema es que la asignación de recursos a un mismo proyecto no crea un equipo. Un equipo implica tener alineados los objetivos e intereses. Si se consigue esto el uso de las tecnologías ayudará a gestionar y mantener el mismo. No hay que olvidar que usamos la tecnología para estar en contacto con aquellos con los que compartimos algo: amistad, aficiones, etc…
Magnífico Blog Albert. Un saludo
Gracias agirlmanager. El uso de tecnología cada vez es más fácil y su uso más frecuente y no todo son ventajas como bien apuntas. Lo que está claro es que ciertas fronteras se han roto y es relativamente fácil aprovecharse.
Por experiencia propia no tengo claro que se pueda trabajar satisfactoriamente con un equipo distribuido, cuando no existe una buena cultura de equipo físicamente cercano. Estoy de acuerdo con las ventajas y retos que planteas, pero hay que prever bien la distribución de equipos, para que las ventajas se den y los retos no se conviertan en obstáculos.
Yo también he perdido el miedo a los equipos distribuidos, porque obligan a una mejor organización del trabajo y esto siempre es bueno. Buen post