Post enviado por el Profesor Menno Marien.
En los últimos diez años he trabajado, junto a un equipo de 15 personas en proyectos de innovación de producto/servicio para clientes como Imaginarium, Tau, Ausa, Nespresso, Pepsico, La Caixa entre otros, que dieron buenos resultados en el mercado.
En estos proyectos fue clave para su éxito gestionar los proyectos con mucha creatividad, entendiendo por creatividad la flexibilidad y agilidad mental para crear resultados positivos y exitosos en situaciones complejas e “imposibles”.
Por lo tanto diría que la creatividad es un “MUST” para dirigir proyectos, y cada vez más. El aumento de ritmo de los proyectos y la complejidad de conocimiento y multidisciplinaridad que hay que manejar en proyectos hoy día lleva a que la creatividad para la gestión de proyectos es cada vez más esencial para poder llevar proyectos con éxito.
Como se menciona en otras referencias, para tener un proyecto con éxito no se trata de un buen plan, sino de una buena planificación. La gestión de proyectos consiste en crear un plan inicial, pero sobre todo en poder reajustar continuamente este plan, según el progreso del proyecto: el planning continuo y muchas veces “ad hoc”.
En los proyectos de desarrollo de nuevos productos y/o servicios, se requiere una combinación y coordinación de muchos conocimientos diferentes. Los típicos son las visiones de marketing y el mercado, contrastadas con las visiones de I+D para poder realizar la demanda del mercado. Pero también, otras disciplinas como sociólogos, creativos, artistas, MBAs (business models), antropólogos, y según el tipo de producto especialistas en interfaces, grafico, etc…, hacen que la gestión de un proyecto sea complejo, y cuestión de saber manejar muchas lenguajes diferentes, y dirigir el proceso de consensos, divergencia y convergencia de ideas, opiniones y desarrollos.
Si consideramos la definición de creatividad siendo la capacidad de poder crear un link entre contenidos/conocimientos que aparentemente no están conexos… es exactamente la capacidad que se necesita con un equipo multidisciplinar con opiniones e ideas diferentes. Para llevar el proyecto a cabo se tiene que tener la capacidad de generar visión y objetivos comunes con los cuales los diferentes elementos del equipo pueden explorar y contribuir al máximo su conocimiento por el bien del resultado del proyecto.
Por lo tanto el gestor de proyectos no solo debe poder manejar el Microsoft Project (y los Gantt charts, gestión de horas y recursos, etc…) pero debe tener una agilidad mental para poder juntar todos los recursos tantos humanos, físicos como financieros que tiene. Para gestionar un proyecto de desarrollo de nuevos productos/servicios. Para gestionar este proceso se necesita igual de creatividad que para generar el contenido del producto/servicio que resulta del mismo proyecto.
A menudo pienso que la gestión de proyectos tiene más que ver con el alma que con la razón, con el ‘savoir faire’ más que con la doctrina académica.
Creatividad e imaginación conviven en un ecosistema complejo junto con los procesos de negocio y los cuadros de mando.
Deberían dar el título de Ingeniero Malavarista.