El ser humano no es solo el yo individual, también es el yo social.
Creo necesario dedicar un post a la ética profesional en la gestión de proyectos, campo en el que tan importantes son las herramientas necesarias para llevarla a cabo, como las habilidades interpersonales de los Project manager para dirigir y coordinar un sinfín de interesados y, algunas veces, intereses contrapuestos que surgen durante el desarrollo de un proyecto.
El PMBOK® ya hace referencia a dicha cuestión y dedica un apartado especifico a relatar los aspectos éticos y obligaciones derivadas de esta profesión. Es por ello que debemos darle tanta importancia como a las áreas de conocimiento.
Si preguntamos a un Project manager si cree que su actuación profesional es ÉTICA y responsable, su respuesta será evidentemente que sí, la mayoría de las veces plenamente convencido de su respuesta. Y lo hace mirando a su comportamiento cotidiano, dado que la ÉTICA PROFESIONAL es parte de la conciencia individual, aunque no siempre sepa contestar correctamente las preguntas al respecto del examen del PMP.
Sin embargo, estamos inmersos en un mundo que enajena con mucha frecuencia la individualidad. Es un entorno donde el lema es la competitividad y la búsqueda del triunfo, y ÉTICA, muchas veces, significa renunciar a beneficio u oportunidad. Ello nos conduce a enfrentamos a situaciones donde, si bien como individuos tendríamos claro nuestro proceder, al estar inmersos en organizaciones, nos surgen dilemas entre la ÉTICA y los intereses, que en determinadas circunstancias ponen en riesgo nuestro futuro profesional.
No quisiera caer en la retórica de predicar el sacrificio profesional en aras de salvaguardar nuestros valores, pero sí cambiar algunos paradigmas que rigen nuestro mundo actual, dado que actuar éticamente implica hacerlo acorde con las normas y reglas de comportamiento impuestas por la sociedad que nos rodea.
Quizá sería conveniente identificar que el concepto de ÉTICA va asociado al de gasto. Cuando nos enfrentemos a un dilema ético, una buena solución puede ser buscar la respuesta en términos de inversión, abordando la cuestión con visión de futuro.
Estoy convencido de que, ante una determinada situación, la mayoría de las veces el dilema estará en si obtener o renunciar a una ganancia a corto plazo. Pensemos en el futuro. Nuestras actuaciones siempre van en función de la historia que hemos acumulado, no hay excepciones, y esto tanto puede aplicarse a individuos como a organizaciones.
Cordial Saludo: Esta frase la escuche de un Docente hace ya varios años y desde entonces la comento con mis estudiantes y colegas. “Es mejor Dormir Tranquilo, que Comer Bien.”
Tanto en la gestión de proyectos como en la vida en general debemos tomar continuamente decisiones. Éstas siempre se sopesan en función de los más variados factores: ego, beneficio profesional, familia, dinero, ética personal, etc.
Personalmente creo que incluir la ética como elemento de valor es una actitud general en la vida, no sólo en el trabajo. Así vivimos así somos en nuestra jornada laboral.